Politicsconflict & defenseArms Deals
Trump resta importancia a los ejercicios militares chinos cerca de Taiwán tras la venta de armas de EE.UU.
En un movimiento que parecía sacado directamente de un manual político, el expresidente Donald Trump ha restado importancia a la última ronda de ejercicios militares agresivos de China que rodean Taiwán, una respuesta clara e inmediata a la reciente autorización de Washington de un paquete de armas por 11. 000 millones de dólares para la isla autogobernada.Esto no es solo otro repunte de tensión en el Estrecho de Taiwán; es una jugada de alto riesgo en la larga campaña por la dominación regional, donde cada venta de armas y cada maniobra naval es un movimiento calculado en el tablero global. La decisión de la administración Biden de proceder con la venta, que incluye piezas para aviones de combate avanzados, sistemas de misiles y otro hardware defensivo crítico, fue una señal deliberada de compromiso con la seguridad de Taiwán bajo el marco, de larga data aunque deliberadamente ambiguo, de la Ley de Relaciones con Taiwán.La represalia de Pekín fue rápida y teatral: una exhibición de fuerza de varios días con aviones de combate, buques de guerra y ejercicios de fuego real diseñados para simular un bloqueo y enviar un mensaje inconfundible de diplomacia coercitiva. Sin embargo, la característica minimización desdeñosa de Trump de estas maniobras revela una divergencia estratégica central sobre cómo manejar el punto de conflicto China-Taiwán, que enfrenta la disuasión tradicional mediante la fuerza con un enfoque más transaccional y negociador que ve tal postura como mero teatro de negociación.Históricamente, las ventas de armas estadounidenses a Taipéi han desencadenado consistentemente ciclos predecibles de condena china y demostraciones militares, un baile diplomático que ha logrado, hasta ahora, evitar caer en un conflicto abierto. Sin embargo, los analistas advierten que el clima actual es excepcionalmente volátil, con las capacidades militares de Pekín enormemente avanzadas y su retórica cada vez más intransigente bajo el presidente Xi Jinping, quien ha calificado repetidamente la reunificación como una inevitabilidad histórica imparable.El paquete de 11. 000 millones de dólares es en sí un testimonio de la estrategia de defensa en evolución de Taiwán, que pasa de un apoyo simbólico a centrarse en la guerra asimétrica: armando la isla con sistemas móviles y supervivientes como misiles de defensa costera y redes de información avanzadas para convertir a Taiwán en un 'puercoespín', difícil y costoso de digerir para cualquier fuerza invasora.Los expertos señalan que, aunque la retórica de Trump pueda buscar desescalar la tensión inmediata, simultáneamente arriesga socavar la misma disuasión que evita que Pekín calcule mal, creando una peligrosa percepción de que la determinación de Estados Unidos podría estar vacilando. El contexto más amplio aquí es el de una región que observa con nerviosismo, desde Tokio hasta Manila, mientras las dos superpotencias prueban las líneas rojas de la otra; para los aliados de EE.
#destacado
#relaciones EE.UU.-China
#Taiwán
#ejercicios militares
#venta de armas
#diplomacia
#Donald Trump